"Hoy no hablo solo como exalumna, si no como mamá Pacha. Mi hija, Isabella, es una niña feliz en su colegio. He visto que le permiten aprender a su ritmo y entienden que todas las niñas aprenden de forma diferente. Le ayudan a desarrollar su creatividad y sus habilidades; no le imponen lo que “se supone” debe ser o hacer. La comunicación con los padres es abierta y constante y son enfáticos en que la educación es casa-colegio y estamos muy de acuerdo con eso. Un currículo para la gestión emocional de las niñas, como el que tiene el colegio, es tan importante como aprender a leer y a escribir. 

Estoy orgullosa de ser Pacha y de estar acompañando en la formación de otra Pachita, que seguro impactará y será luz para el mundo".

"Actualmente trabajo en Avianca, como Gerente de Salas VIP. Tengo más de 8 años de experiencia en hoteles y 5 en la aerolínea. Haber estudiado en Pachas, me ayudó a tener las bases necesarias para enfrentarme a un mundo difícil e incierto en la universidad y en el ambiente laboral. Nunca fui “buena” en matemáticas, pero lo era; tanto así que, durante los primeros tres semestres fui monitora de esta materia en la universidad, pues tenía las bases necesarias que adquirí en el colegio, así como también las tuve en mi carrera profesional, tanto que alcancé una tesis meritoria. Luego, en lo laboral, empecé como recepcionista de hotel, pero gracias a estas mismas habilidades, valores, disciplina de trabajo y generación de ideas, logré llegar al cargo que actualmente ocupo, en una de las compañías más grande de nuestro país.

Ahora, siendo mamá de Sara, quien cursa K5, quiero lo mismo para ella. Que logre desarrollar las habilidades y valores que yo desarrollé en el colegio y que ya empiezo a ver en ella durante su primer año escolar. Doy muchas gracias a Dios por permitir que Sara sea un PACHITA y porque a través del tiempo, el colegio ha seguido conservando los principios y valores que me permitieron ser una mujer líder, segura, e imparable, con principios cristianos y luz para el mundo".