Nuestra evolución reafirma lo que somos: potenciadores de talento
Desde hace más de 60 años, en nuestro colegio hemos acompañado el desarrollo de niñas y jóvenes auténticas, curiosas y comprometidas con transformar su entorno. Creemos firmemente que cada estudiante es única, y que reconocer y potenciar esa singularidad es clave para que pueda descubrir su propósito y alcanzar su máximo potencial.
Hoy, reafirmamos nuestro compromiso con la excelencia educativa, la innovación y la formación integral de mujeres líderes. Nos mueve una convicción profunda: las grandes mentes piensan diferente, y educarlas exige visión, reflexión constante y acción.
Sabemos que el mundo cambia rápidamente y que nuestras estudiantes necesitan herramientas para enfrentar el presente y construir el futuro. Por eso, tenemos una nueva etapa en nuestro proyecto educativo, que busca responder a los desafíos de hoy, sin perder de vista lo que siempre nos ha hecho únicos.
Gracias por acompañarnos en este camino de formación, liderazgo y evolución constante.
Con altos estándares académicos, cada estudiante explora sus talentos y propósito con apoyo cercano, fortaleciendo habilidades y asumiendo nuevos retos que impulsan su desarrollo integral.
Fomentamos un ambiente auténtico y empático, guiado por valores franciscanos, con equipos y programas que acompañan a estudiantes y familias en su camino de crecimiento y bienestar.
Renovamos espacios, actualizamos símbolos y fortalecemos la docencia para ofrecer experiencias que inspiran, conectan y reflejan quiénes somos como comunidad educativa.